
El sacerdote es una persona que se dedica profesionalmente, en exclusiva o a tiempo compartido, a realizar actos de intermediación entre sus convecinos y seres superiores.
El término puede variar, pero en general y desde un punto de vista cultural, el sacerdote es aquel que ejerce como intermediario entre el ser humano y la divinidad.
Se llama sumo sacerdote a quien ejerce la máxima autoridad religiosa en algunas confesiones, normalmente como heredero de alguna tradición histórica (así los catolicos llaman sumo pontifice a su máxima autoridad, como heredero de los secretos constructivos).
En casi todas las culturas, la CASTA SACERDOTAL constituyó una clase social dominante, como adlatere del poder máximo. El cuerpo de sacerdotes suele recibir otros nombres en cada cultura concreta.
La mujer en el sacerdocio La consideración de la mujer es un tema del que tenemos pocos datos, pues las etapas matriarcales de la humanidad son casi desconocidas.
Los pueblos de organización patriarcal han destacado el papel casero y maternal de la mujer, reservando mayoritariamente los asuntos religiosos al varón. En la historia de la humanidad, sin embargo, se pueden encontrar ejemplos de "sacerdotisas" como en algunos cultos greco-romanos y egipcios.
Las religiones monoteístas excluyeron definitivamente el papel de la mujer como intercesora entre el pueblo y la divinidad oficial, relegando la intervención femenina a rituales marginales, generalmente perseguidos que en muchos casos se convertían en chivos expiatorios de calamidades o contrariedades del poder.
Tanto los cristianos católicos como los ortodoxos creen que todos los bautizados participan del sacrificio de Cristo (corredención) al ofrecer sus dolores y sufrimientos para la remisión de los pecados suyos y de los demás ya que son parte de la Iglesia, Cuerpo de Cristo. Esta participación es conocida como sacerdocio común de los fieles.
Además, creen que Jesús instituyó un sacerdocio ministerial entre los Apóstoles y sus sucesores para la celebración de los sacramentos, especialmente la Eucaristía, y realizar otras tareas pastorales.
A quienes participan de este ministerio se les denomina clérigos. Este sacerdocio se recibe sacramentalmente (orden sacerdotal) en tres grados: el diaconado, el presbiterado y el episcopado (los Obispos), que se considera el sacerdocio pleno. Son ordenados sacerdotes sólo los varones bautizados que, además, en el rito latino, adquieren el compromiso del celibato.
Históricamente en el
Ni las órdenes menores ni el subdiaconado se conferían mediante el sacramento del Orden, sino simplemente por un acto de potestad eclesiástica. El Papa Pablo VI abolió las órdenes menores (excepto el lectorado y el acolitado), reemplazándolas por diversos ministerios (en los que toman parte incluso laicos), y dejando entre las órdenes mayores sólo los tres grados del sacramento (diaconado, presbiterado y episcopado) como se ha descrito anteriormente.
De esta manera, actualmente se ingresa en el clero mediante la ordenación diaconal.
Como ya se ha indicado, los sacerdotes de la Iglesia Católica latina se escogen entre varones solteros; en las Iglesias Católicas orientales, igual que en las ortodoxas, se admite al sacerdocio a varones casados.
Como ya se ha indicado, los sacerdotes de la Iglesia Católica latina se escogen entre varones solteros; en las Iglesias Católicas orientales, igual que en las ortodoxas, se admite al sacerdocio a varones casados.
Los sacerdotes católicos en general dedican su ministerio a la celebración de la Eucaristía, la administración de sacramentos (especialmente la Penitencia), predicación, vida de oración, visitas a enfermos y organización de obras de caridad en su ámbito (Parroquias, Capellanías, hospitales, universidades, etc).
Además, se ha restaurado en la Iglesia Católica el
También administran el sacramento del bautismo y del matrimonio.
La Iglesia Católica considera el sacerdocio como una vocación o llamada de Dios. El candidato al sacerdocio ingresa en un seminario, institución educativa reservada a esta finalidad.
La Iglesia Católica considera el sacerdocio como una vocación o llamada de Dios. El candidato al sacerdocio ingresa en un seminario, institución educativa reservada a esta finalidad.
Para ingresar en el seminario se suelen exigir los mismos requisitos que para acceder a estudios superiores en cada país. La formación en el seminario tiene una función de discernimiento vocacional (el candidato ha de comprobar durante los años de seminario si tiene verdadera vocación) y de formación académica y pastoral. El plan de estudios es distinto en cada país, pero suelen ser tres años de Filosofía y cuatro de Teología.
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